domingo, 17 de mayo de 2015

SALIR DE TU PAIS

Maiquetía: Abrazos y lágrimas antes de emigrar de la tierra que los vio nacer


Buscando informacion, me tope con un articulo bastante interesante, y cargado de emociones, emociones que vivi de primera mano cuando me toco dar ese abrazo a mi familia y viendo como se cierran las puertas de migracion.

Son muchas las personas que desde el interior confluyen en el Aeropuerto internacional "Simón Bolívar", ubicado en el estado Vargas, con intenciones de emigrar, debido a múltiples situaciones, estudio, trabajo, visita o simplemente probar al trascender la frontera.


Karen Grisel Mendoza


Valencia, abril 16.- Anteriormente, Maiquetía era no sólo una palabra poco usual, sino también un lugar escasamente visitado por el ciudadano común. Se escuchaba muy esporádicamente de algún familiar que habría de viajar al exterior y que su vuelo saldría de "Maiquetía".

En la Venezuela de hoy, la palabra está en el aire. A veces es atajada en el último momento por alguien desprevenido quien contaba a los demás sus planes de irse del país.

Son decenas y decenas las personas que desde el interior confluyen en el Aeropuerto internacional "Simón Bolívar", ubicado en el estado Vargas, con intenciones de emigrar, debido a múltiples situaciones, estudio, trabajo, visita o simplemente probar al trascender la frontera.

Nunca antes la monocromía de Carlos Cruz-Diez había sido tan viral. En las redes sociales los viajeros postean sus respectivas fotos antes de tomar el vuelo, para dejar constancia fotográfica del momento, o quizá para exteriorizar ese cúmulo de emociones inexplicables que te oprimen el pecho justo antes de despedirte de los tuyos.

En Maiquetía hasta la algarabía ha cambiado, ha mutado. El movimiento típico del aeropuerto parece ser el mismo, en cuanto a logística, pero no en cuanto a los pasajeros.

"Ya sabes, ¡no te olvides de traerme lo que te pedí!". "Me llamas al llegar". "Nos vemos en un mes". "No llores vale, que son 15 días nada más". Esas frases tan comunes han ido siendo sustituidas por abrazos interminables en la puerta de inmigración, por silencios y llantos que gritan verdades como "No quiero que te vayas, pero es lo mejor". "Nos vemos pronto, haré lo posible para visitarte".

Y nunca falta la inocente pregunta infantil, ¿Cuándo vienes? ¿Vas a durar mucho allá? A lo que los adultos responden con un indulgente ¡Pronto, ya vas a ver! Cuando la verdad es que nadie sabe exactamente qué cantidad de días, meses o años tendrían que pasar para ver cara a cara a esa persona que nostálgica aprieta contra el pecho sus documentos antes de marcharse.

Complicidad, ojos aguarapados. ¿No se te quedó ningún papel? ¿Llevas los dólares bien guardados? Muchas maletas y pocas ganas de dejar a los seres queridos. Pocas palabras y demasiadas miradas, evasivas y quebrantadas, de padres que ven a sus hijos partir, de hermanos, amigos, primos que se deciden por desplazarse a otras tierras.

Múltiples son los destinos y uno sólo el anhelo: "surgir" en el amplio sentido de la palabra. Progresar profesional y académicamente, lo que para muchos sociólogos y expertos se convierte no sólo en una fuga de cerebros, sino en una tristeza muda que emana de las paredes de una Venezuela herida, que se desangra ante la partida de los hijos que vio nacer.

Porque nadie puede quitarte lo que tienes en la mente y en el corazón, ser mejores cada día y, hay lugares hostiles para dicho crecimiento. Especialmente para generaciones jóvenes que deciden echar raíces fuera, porque el oxígeno se ha vuelto irrespirable, el abono tóxico, el agua dañina.

Padres besando a sus hijos, poniéndole escapularios, echándole la bendición, apretando los labios y conteniendo las lágrimas abundan en cada esquina de Maiquetía. No porque nadie los haya echado de su tierra natal explicita, pero sí implícitamente.

Fotos en solitario o más bien pocos viajeros y muchos acompañantes sobre las interminables líneas de colores, adicional a algún mensaje de esperanza y de convicción acompaña la gráfica que cada vez más venezolanos cuelgan en sus redes como una despedida, como una advertencia, como un efecto catártico, como una justificación tal vez para alegar a los demás sus razones de dejar atrás la Venezuela que los vio crecer.

Difícil precisar movimiento migratorio en Venezuela

De acuerdo a diversas estadísticas de fundaciones e instituciones independientes, desde el primer mandato del expresidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías han emigrado del país 1. 6 millones de venezolanos, lo que se traduce en 4 por ciento de la población total.

En América Latina también incrementa la inmigración de venezolanos

Por temas de negocios, en Panamá se contabilizan alrededor de 24 mil venezolanos, 34 mil en Colombia, siendo el país hermano el que ha registrado mayor ingreso de venezolanos a su territorio.

15 mil han arribado a Cuba, 17 mil a México y 6 mil a Argentina. Canadá también registró un importante movimiento de venezolanos.

mi foto al salir de venezuela by george



1 comentario:

  1. Hermano yo conozco al pana que esta contigo en esa foto, se llama daniel, estudio conmigo unos semestres en la univ

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